En 2050 una de cada diez personas en el mundo padecerán discapacidad auditiva
Más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante (superior a 35 decibelios). Son datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calcula que en 2050 esa cifra superara los 700 millones, afectando a una de cada diez personas en el mundo. A nivel nacional, 1.230.000 personas en España padecen una discapacidad auditiva según el Instituto Nacional de Estadística.
“La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, enfermedades, vejez,… pero también por exposición a sonidos fuertes a nivel laboral”, apunta José Luis Cebrián, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales de la mutua Umivale Activa.
Ahondando en las cifras, un 97’4% de los afectados por sordera profesional en España son hombres, según los últimos datos de las enfermedades profesionales publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Por franja de edad, un 47% de los casos se concentran entre los 55 y 65 años, y por tipo de trabajo, el 50% de los casos se enmarcan en trabajos de estampado, embutido, remachado y martillado de metales, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Por Comunidades autónomas, el País Vasco sobresale con un 66% de los casos.
Coincidiendo con el Día internacional del oído y la audición, el próximo 3 de marzo, desde la mutua han publicado una campaña sobre el ruido como factor de riesgo laboral, la hipoacusia o sordera provocada por el ruido y los protectores auditivos.
Protectores auditivos
Los protectores auditivos son equipos de protección individual (EPI) que están “diseñados y destinados a la protección de los riesgos derivados o que pueden derivarse de la exposición al ruido y son de utilización exclusivamente individual”, destaca Cebrián.
El material elaborado para la campaña recoge qué son, cuál es su normativa aplicable, su clasificación, criterios de selección, uso y mantenimiento, así como la atenuación de los mismos y sus métodos de cálculo.
Según su colocación o diseño hablaremos de orejeras, orejeras acopladas a cascos de protección, cascos acústicos o tapones. Según su funcionamiento diferenciaremos entre pasivos y no pasivos, que son protectores que presentan funciones adicionales que se consiguen mediante componentes mecánicos o electrónicos.
“Como EPI de categoría segunda, debe contar con marcado CE y garantizarse el cumplimiento de ciertas prestaciones a través de ensayos. La más importante es la atenuación que proporcionan”, señalan desde la mutua. Así, la protección varía en cada situación para un mismo protector. “En la mayoría de los casos que se requieren se necesita de un estudio previo de elección para escoger el EPI adecuado al nivel sonoro percibido”.
La campaña recoge también información sobre la hipoacusia laboral, su evaluación clínica y diagnóstico, así como la vigilancia epidemiológica del ruido en las personas trabajadoras.
Este material ya se puede consultar y descargar en umivaleactiva.es, en el apartado de Prevención y Salud en Equipos de Protección Individual, tanto en castellano como en catalán.