Buenas prácticas frente a la exposición al radón
El radón es un elemento radiactivo en estado gaseoso. Exhala del terreno pasando al aire exterior y se acumula en el interior de los edificios y lugares cerrados. Fue declarado carcinógeno para el ser humano por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC) y es la segunda causa de cáncer de pulmón en la población general después del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Lógicamente, existe una exposición laboral u ocupacional al radón. Determinadas actividades laborales, como la minería subterránea o la explotación de las aguas termales, conllevan un riesgo significativo de exposición a este gas en aquellas zonas donde se encuentra presente de forma natural en el terreno. La exposición laboral al radón se considera una exposición a un agente cancerígeno en el puesto de trabajo”, señala Salud López, técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales en Umivale Activa.
Para concienciar sobre las fuentes de exposición al radón, tanto fuera como dentro del ámbito laboral, sus efectos en la salud de las personas y las medidas de actuación que se deben tomar para evitar o reducir dicha exposición, desde la mutua han preparado un código de buenas prácticas preventivas frente a la exposición al radón.
El documento repasa las fuentes de exposición al radón “principalmente por penetración en las edificaciones, procedente del terreno, aunque también puede entrar, en menor medida, procedente de los materiales de construcción ya que éstos pueden provenir de zonas con suelos con alto contenido en radón, o del agua corriente”, señala Salud López.
La guía se centra en la exposición al radón en el ámbito laboral repasando el marco normativo, los perfiles de personas trabajadoras que pueden estar expuestos al gas y las obligaciones por parte de la empresa.
El documento ya se puede consultar y descargar en umivaleactiva.es, en el apartado de Higiene industrial: Riesgo químico.
