Estrés térmico ¿Qué es? factores de riesgo y medidas preventivas
Las altas temperaturas que se están registrando este verano han disparado las muertes por calor en España. El calor extremo también repercute al entorno laboral, pudiendo desembocar en accidentes de trabajo, algunos de ellos mortales.
Por ello, desde la mutua se ha lanzado una campaña informativa para ayudar a las empresas mutualistas a identificar los riesgos asociados a la exposición a altas temperaturas y el estrés térmico que produce, y los posibles efectos sobre la salud, así como una serie de recomendaciones preventivas para mitigarlos.
“Cada vez son más frecuentes los episodios de deshidratación, agotamiento o golpes de calor entre ciertas actividades profesionales. Desde las empresas se debe de trabajar para eliminar o reducir al máximo el estrés térmico y con esta campaña buscamos despejar dudas y aconsejar en materia preventiva”, ha destacado José Luis Cebrián, coordinador del Servicio de Actividades Preventivas de Riesgos Laborales de Umivale Activa y técnico superior de Prevención de Riesgos Laborales.
¿Qué es el estrés térmico y cuáles son sus efectos?
El estrés térmico es la carga de calor que una persona trabajadora soporta, resultado de la combinación de tres elementos: condiciones ambientales (temperatura, humedad, radiación solar), la demanda física del trabajo realizado y la ropa que se utiliza.
La respuesta del cuerpo a este estrés es la sobrecarga térmica, que es el esfuerzo fisiológico para mantener su temperatura interna estable. Si este esfuerzo supera la capacidad del cuerpo, pueden aparecer graves problemas de salud, que van desde leves a muy graves:
- Síncope por calor: Desmayo debido a un flujo sanguíneo reducido al cerebro.
- Deshidratación y pérdida de electrolitos que puede provocar problemas gastrointestinales y calambres musculares.
- Agotamiento por calor: Cansancio extremo, náuseas y debilidad, principalmente por deshidratación.
- Golpe de calor: El más grave. El cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura (supera los 40,5°C), la piel se calienta y seca (deja de sudar) y requiere atención médica urgente.
Factores de riesgo que aumentan el peligro
La probabilidad de sufrir estrés térmico se incrementa por varios factores de riesgo:
Factores Ambientales: Alta temperatura, humedad elevada y exposición directa a la radiación solar.
Factores derivados de las características del trabajo: Tareas con alta exigencia física, que generan más calor corporal, y el uso de ropa gruesa o poco transpirable que impide la evaporación del sudor.
Factores de riesgo individuales: Un buen estado de salud es una barrera protectora frente a una sobrecarga térmica. Existen factores de riesgo que pueden influir negativamente como:
- Falta de aclimatación: El cuerpo necesita de 7 a 14 días para adaptarse a trabajar en condiciones de calor.
- Estado de salud: Enfermedades previas (cardiovasculares, respiratorias), obesidad o mala condición física.
- Edad: La capacidad de sudoración y regulación térmica disminuye con los años.
- Obesidad.
- Mala hidratación.
- Consumo de ciertos medicamentos o sustancias que afectan la termorregulación.
Medidas preventivas para combatir el estrés térmico
La prevención es clave y debe ser una responsabilidad compartida entre la empresa y las personas trabajadoras:
Medidas ambientales y organizativas por parte de la empresa:
- Planificar el trabajo: Adaptar horarios para evitar las horas de máximo calor, reducir la intensidad física de las tareas y programar rotaciones y pausas frecuentes en lugares frescos y con sombra.
- Acondicionar el entorno: Garantizar una buena ventilación, instalar aislamientos o barreras contra fuentes de calor y proporcionar siempre acceso a agua potable.
- Favorecer el trabajo en equipo para la supervisión mutua.
Medidas individuales por parte de la persona trabajadora:
- Hidratación constante: Beber agua o bebidas isotónicas frecuentemente, incluso sin tener sed. Evitar alcohol y bebidas muy azucaradas.
- Ropa adecuada: Usar ropa holgada, ligera y de colores claros que sea transpirable.
- Adaptar el ritmo: Trabajar a un ritmo más lento y tomar descansos cuando sea necesario.
- Vigilancia de la salud: Conocer los síntomas de alerta y consultar al servicio médico si se tienen factores de riesgo personales.
- Formación e Información: Es fundamental que todos los trabajadores conozcan los riesgos, los síntomas del estrés por calor, las medidas preventivas y los protocolos de primeros auxilios.
La campaña consta de tres infografías que se difundirán a través de las redes sociales y que se pueden consultar en el apartado de Prevención y Salud de umivaleactiva.es, en la sección destinada a la Seguridad en el trabajo.