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Las conductas adictivas y prevención en el teletrabajo

Guía teletrabajo

Desde los cambios laborales provocados por la pandemia miles de personas se encuentran en una situación de teletrabajo o de semi teletrabajo. Los beneficios son encomiables y los que más destacan las personas teletrabajadoras son la mayor flexibilidad horaria, mejoras en la conciliación familiar o el menor tiempo perdido en desplazamiento, economía y ciudades más habitables. Por contrapartida también hay inconvenientes:

- La sensación de aislamiento, falta de apoyo.

- Reducción de la creatividad y de la riqueza del trabajo en grupo o la cercanía de este.

- Confusión de espacios y tiempos. ¿Estoy con la familia o trabajando?

- Extensión de la jornada laboral, más allá de las horas correspondientes.

A pesar de los beneficios, hay personas que sufren de forma notable los inconvenientes, evidentes riesgos psicosociales de una situación que nos llegó sin la suficiente o ninguna preparación, en la mayoría de los casos. La tensión de los primeros días generó la suficiente adrenalina para superar las dificultades o no percibirlas, pero la continuidad del teletrabajo da lugar a que las carencias vayan destacando y tomando cada vez más fuerza. Inconvenientes que se van transformando en un malestar que gana en intensidad según pasan los días y muchas veces tendemos a dar respuestas inadecuadas al malestar. Respuestas inmediatistas y de bajo esfuerzo, pero con resultados peligrosos a medio y largo plazo.

En estas condiciones el abuso de sustancias y el contacto con otras conductas potencialmente adictivas se convierten en un riesgo más real.

 

¿A qué debemos estar atentos?

Alcohol
Durante el confinamiento el consumo de alcohol en las casas se incrementó. Pero si antes no consumíamos alcohol mientras trabajábamos, no deberíamos hacerlo ahora que trabajamos desde casa. No es una cuestión de cantidad o de frecuencia, sino de dar una respuesta sincera a esta pregunta: ¿para qué bebo alcohol?. Si la respuesta se orienta hacia planteamientos como para encontrarme mejor, para evadirme,... estamos frente a un peligroso motivo para beber. Hay que buscar otras estrategias para gestionar ese malestar y estar dispuestos a pedir ayuda.

Tabaco
Si no fumábamos en los espacios de trabajo, no deberíamos hacerlo en un espacio en el que convertimos a nuestra familia en fumadores pasivos. El tabaco es la causa evitable de más muertes en el mundo; una verdadera pandemia de ocho millones de muertos cada año.

Ansiolíticos
El riesgo se amplía ante la incertidumbre y parece que esta situación “nos da permiso” para automedicarnos. Antes de recurrir a medicaciones hay que cambiar hábitos de vida por otros más saludables. En general los ansiolíticos no curan, reducen los síntomas y es en esa mejoría en la que hay que trabajar los cambios personales cuando hemos tenido que llegar a un apoyo farmacológico, siempre con un buen diagnóstico y bajo prescripción médica. Los medicamentos no son golosinas, los hipnosedantes pueden generar relaciones de abuso y adicción, enmascarando problemas en lugar de solucionarlos. Huyamos de las “soluciones fáciles” que a la larga son las que más nos complican la vida.

Apuestas
Con la pantalla delante y sin la presencia de compañeros y jefes es fácil caer en la tentación del juego para romper un poco la monotonía o descansar. El juego en línea es capaz de crear una adicción en muy poco tiempo. Y no nos olvidemos de la gran verdad de las apuestas la banca siempre gana, de hecho, es la única que termina ganado. Los algoritmos puede que nos hagan ganar algunas veces, pero el balance tendera a ser negativo para nuestra economía.

 

¿Qué debemos hacer?

  -   Organizar el tiempo, el de trabajo y el personal, sin mezclar y respetando los límites.

  -   Generemos rutinas adecuadas para el teletrabajo y mantengámoslas.

  -   Un espacio adecuado para trabajar, con suficiente intimidad.

  -   Vistámonos para el trabajo, la ropa también marca los espacios de vida. Podemos prescindir de la corbata y del maquillaje, permitirnos las zapatillas de casa, pero nada más.

  -   Pasemos de vez en cuando a ver a los compañeros que no teletrabajan, mantengamos el contacto y el sentido de pertenencia. Realicemos consultas, aportemos, seamos un miembro activo.

 

Autor: Artículo de opinión de Fernando Ribas de Pina Pérez. Comisión Intervención en el Ámbito Laboral de la Asociación Proyecto Hombre.

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01/02/2022