Ocho falsos mitos del consumo de alcohol
El alcohol es una de las sustancias psicoactivas que más daño provoca y está detrás de más de 60 enfermedades que afectan al corazón, al cerebro, al hígado, al sistema gastrointestinal, páncreas, pulmones, músculos y huesos. El consumo de bebidas alcohólicas puede provocar cáncer de hígado, colon, mama, cavidad oral y recto.
A nivel laboral el consumo de alcohol y otras drogas es uno de los factores de riesgo más importantes en la siniestralidad, estando detrás de entre un 15 y un 30% de los accidentes de trabajo. Se estima que el 80% de las personas que tienen problemas con el alcohol son personas trabajadoras, según el Observatorio Español de las Drogas y las adicciones.
Con motivo del Día Mundial sin Alcohol, la mutua Umivale Activa y Proyecto Hombre Valencia (Fundación A. Miguel Roca) han puesto en marcha una campaña informativa y de concienciación, en el marco del convenio de colaboración que mantienen. Una iniciativa que consta de una publicación que pone el foco en los mitos que aún existen sobre el consumo de alcohol.
Este material se puede consultar y descargar en umivaleactiva.es, en el apartado de Prevención de las adicciones.
Falsos mitos del consumo del alcohol
- Mito: El consumo de alcohol es beneficioso.
Realidad: Cualquier consumo puede implicar un riesgo. Lo más beneficioso es no consumir alcohol. El alcohol o las bebidas alcohólicas contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica que puede causar dependencia. El consumo de alcohol, incluso en niveles bajos, conlleva riesgos para la salud, la mayoría de los daños relacionados con el alcohol provienen de un consumo excesivo de alcohol, ya sea episódico o continuo.
- Mito: El alcohol facilita las relaciones sexuales.
Realidad: Al contrario, el consumo de alcohol puede dificultar y hasta impedir mantener las relaciones sexuales plenas. Además, puede llevar a mantener relaciones de riesgo.
- Mito: El alcohol es bueno para el corazón.
Realidad: Los estudios ponen de manifiesto que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden hacer que aumente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tales como: enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, cardiopatía hipertensiva, fibrilación auricular y aneurisma. Hasta la fecha no se ha encontrado ninguna correlación fiable entre el consumo moderado de alcohol y un menor riesgo de enfermedades cardiacas.
- Mito: Algunas bebidas alcohólicas son mejores que otras.
Realidad: Los estudios científicos muestran que no hay diferencias entre los distintos tipos de bebidas alcohólicas. Por lo tanto, no se puede recomendar ninguna de ellas.
- Mito: Beber alcohol sólo los fines de semana no produce daños en el organismo.
Realidad El consumo de alcohol siempre produce daño. Hay patrones de consumo más dañinos: la cantidad (a mayor cantidad, mayor daño) y la intensidad (misma cantidad consumida en menos tiempo, mayor daño). El consumo de fin de semana, produce daños, si además es en cantidad y de atracón, mayor daño.
- Mito: El alcohol ayuda a salir de las horas bajas, a superar el cansancio y a estar más animado y en forma.
Realidad: El consumo abusivo de alcohol hace perder el control sobre las emociones y sentimientos. Tras una breve sensación de bienestar, si se está triste o deprimido, esta situación se agudiza. Asimismo, se produce una mayor fatiga física y más sueño; también se pierde fuerza y coordinación.
- Mito: El consumo de alcohol hace entrar en calor y combate el frío.
Realidad: El alcohol produce una sensación momentánea de calor al dilatar los vasos sanguíneos y dirigir la sangre hacia la superficie de la piel, pero en poco tiempo la temperatura interior del cuerpo disminuye y se siente más frío. Por eso, en situaciones de embriaguez hay que abrigar y proporcionar calor a la persona y nunca intentar espabilarla con duchas frías.
- Mito: El alcohol es un alimento.
Realidad: El alcohol engorda, pero no alimenta. Aumenta la producción de grasa en el organismo. Su consumo incrementa el riesgo de numerosas enfermedades, hepáticas, cardiacas, diferentes tipos de cáncer, así como depresión y ansiedad, entre otras. Incluyendo el riesgo del alcoholismo.