Caries, aftas y periodontitis, ¿cuidas tu salud bucodental?
Las enfermedades bucodentales afectan a 3.500 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de estas enfermedades son prevenibles o pueden tratarse en sus etapas iniciales, pero si desatendemos nuestra boca pueden desembocar en enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias o incrementar el riesgo de demencia o Alzheimer.
Desde el Servicio de Actividades Preventivas de Riesgos Laborales de la mutua Umivale Activa han preparado una campaña informativa y de buenas prácticas preventivas coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Bucodental. El material, que se ubica en una nueva sección destinada a salud dental en la web corporativa, consta de un poster con consejos para mantener una adecuada salud bucodental y de tres fichas centradas cada una de ellas en los tres principales problemas bucales: las caries, las aftas bucales y la periodontitis o enfermedad de las encías. En cada una de ellas se recogen las causas, los síntomas, tratamiento y consejos preventivos.
Caries dentales
La caries dental es un proceso localizado de origen multifactorial, determinando el reblandecimiento del tejido duro del diente y que evoluciona hasta la formación de una cavidad o agujero.
Se produce como consecuencia de la fermentación de los azúcares de la dieta, los microorganismos de la placa dental producen ácidos que atacan al diente. Cuanto más contenido en azúcar tenga el alimento, más ácido se produce. La placa que no se elimina a diario se convierte en sarro.
Entre los síntomas que se pueden presentar: Dolor y sensibilidad en los dientes, agujeros en los dientes; infección en la zona de la raíz, encía o del hueso; fractura dental, halitosis o mal aliento recurrente o cambio en la coloración del diente.
Se trata de un trastorno muy común, pero existen factores que aumentan el riesgo como la posición del diente, la calidad del esmalte, la dieta alimentaria, el pH de la saliva, la falta de flúor, la edad, la acidez estomacal y una higiene dental inadecuada.
Periodontitis
También conocida como la enfermedad de las encías, es una infección grave de estas que daña el tejido blando alrededor de los dientes y puede destruir el hueso en el que se apoyan. Es la causa principal de la caída de los dientes en los adultos.
En la mayoría de los casos, el desarrollo de la periodontitis comienza en la placa dental. La placa que no se elimina a diario se convierte en sarro o cálculo. La irritación y la hinchazón constante de las encías, con el tiempo, forma bolsas cada vez más profundas entre las encías y los dientes.
Estas bolsas se llenan de placa, sarro dental y bacterias, infectándose y causando progresivamente la pérdida de tejido, hueso hasta finalmente pérdida de la pieza dental.
Entre los síntomas: mal aliento o halitosis, dolor al masticar, encías sensibles e inflamadas, que sangran con facilidad, retraídas o brillantes. Dientes flojos o perdida de piezas dentales, espacios entre los dientes y las encías, dientes fuera de lugar o cambio en la manera en que se unen los dientes al morder.
La periodontitis se puede prevenir. Para ello hay que conocer qué factores favorecen el riesgo de desarrollarla, teniendo en cuenta que algunos de los cuales son evitables: una incorrecta higiene dental y bucal, gingivitis, fumar o vapear, apretar o rechinar los dientes o malos hábitos alimenticios.
Otros factores que pueden desencadenar la periodontitis con la predisposición genética, los cambios hormonales como aquellos relacionados con el embarazo o la menopausia, ciertos medicamentos que provocan sequedad en la boca o cambios en las encías, afecciones que deprimen el sistema inmunitario, ciertas enfermedades o la edad avanzada.
Aftas bucales
Son úlceras o llagas abiertas, molestas y dolorosas que aparecen en los tejidos blandos de la boca o en la base de las encías. Suelen presentar un color blanco o amarillo y están rodeadas por un área roja y brillante. No son contagiosas.
Pueden producirse por lesiones o traumatismos en la boca, infecciones, cambios hormonales, estrés o ansiedad, bajadas de defensas o deficiencias nutricionales. Sus principales síntomas son dolor, sensación de ardor o picazón, mayor sensibilidad, dificultad para hablar, comer o beber y, en casos más graves, fiebre y malestar general.
Existen tres tipos de aftas dependiendo de su tamaño, ubicación y gravedad y, en términos generales, se suelen curar en unos días con un tratamiento.
Prevención
En todos los casos, la prevención pasa por una correcta higiene dental y bucal. Cepillarse los dientes después de cada comida con una duración mínima de dos minutos en cada cepillado, enjuagarse la boca con flúor y completar dicha higiene con el uso de irrigadores bucales.
Además, se debe acudir al dentista regularmente, usar selladores dentales y adoptar un hábito de alimentación saludable, dejando tiempo entre las ingestas para que la saliva recupere el pH neutro en la boca.
Este material ya está disponible en umivaleactiva.es, en el apartado de salud dental dentro de su programa Empresa sana.