Efecto Pigmalión o el poder de las expectativas
Pueden porque creen que pueden. Esta frase, atribuida a Publio Virgilio Marón, es una declaración de intenciones ante la vida. La actitud ante cualquier obstáculo. Querer es poder. Nuestra voz interior, que es ser nuestro mejor amigo y a la vez nuestro peor enemigo.
En esta ocasión Sandra Alonso, doctora en Psicología y Ciencias de la Salud de la mutua Umivale Activa, da un paso más en el enfoque cognitivo como herramienta para gestionar nuestro bienestar.
Al igual que tenemos el poder de controlar nuestro yo interior, ahora nos traslada hasta qué punto podemos influir sobre el rendimiento de otra persona basándose en la imagen que se tiene de ella.
Es lo que se conoce como el efecto Pigmalión. Se refiere a cómo nuestros mensajes, positivos o negativos, pueden reforzar o socavar la autoestima de otra persona y su capacidad para conseguir su objetivo.
Este artículo forma parte del programa de Bienestar Emocional de la Escuela de Salud de Umivale Activa, donde hablamos de cómo conseguir el equilibrio emocional.
Confío en ti
Puede ser un buen regalo para Navidades: empezar a creer en los demás y trasladárselo. El escritor y divulgador Álex Rovira dice que “no somos conscientes de la capacidad que tenemos de transformar a los demás. De cómo nuestra mirada, nuestra postura existencial, condiciona necesariamente las posibilidades de realización no solo de todo ser humano sino de toda forma de vida”.
Tenemos que cuidar cómo nos hablamos y nos miramos al igual que vigilar cómo hablamos y miramos a los demás. Tenemos la capacidad de convertir el No puedo, no voy a lograrlo, en un Sí puedo y en un confío en ti.
Nuestro cerebro cree lo que le decimos y busca opciones de conseguirlo. Si creemos que podemos hacer algo, si nos enfocamos en eso, el sistema reticular de nuestro cerebro se activará y empezará a crearlo. Si pienso en algo que quiero hacer, mi cerebro va a buscar evidencias que fortalezcan la creencia (Sí, puedo) y se focalizará en aquellos elementos que nos pueden ayudar a conseguirlo. Esa espiral se va convirtiendo en un refuerzo de esa creencia.
Si yo creo que puedo, voy a tener opciones, voy a centrar mi atención, mis pensamientos y voy a encontrar evidencias de que yo tenía razón. Para bien y para mal, porque este efecto también puede darse a la inversa. Si yo creo que no puedo, generaré un bloqueo que nos boicoteará hasta que nos confirme que no podemos. Es el poder de la transformación.
Este poder lo tenemos sobre nosotros mismos pero también sobre los demás. Robert Rosenthal, profesor de Psicología en la Universidad de California, acuñó el fenómeno en los años sesenta como el efecto Pigmalión.
Es el fenómeno por el cual las creencias y expectativas que posee una persona influyen directamente en las conductas, en el rendimiento y en los resultados de otra. Cómo la confianza en las capacidades de otra persona hará que generemos en esta persona creencias positivas que le impulsen a alcanzar de verdas esas metas y mejorar su rendimiento final.
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