Sobrevivir con turnos rotatorios. Como conseguir el descanso
Esa montaña rusa de horarios: hoy de mañanas, mañana quién sabe y la semana que viene de noches. Si los turnos rotatorios son el pan de cada día en tu trabajo, sabes de primera mano lo que es intentar encajar el descanso en un puzzle que cambia constantemente.
¡Pero no te agobies! Aunque es un desafío único, Sandra Alonso, doctora en Psicología y Ciencias de la Salud y especialista en Psicología Clínica y Forense, nos da unas pistas geniales en la última jornada de Higiene del sueño, dentro de la oferta de la Escuela de Salud de Umivale Activa.
El gran desafío de los turnos rotatorios: nuestro reloj interno en jaque
Nuestro cuerpo tiene un "relojito" interno, el famoso ritmo circadiano, que se guía por la luz solar para regular el sueño y la vigilia. ¿El problema? Cuando los turnos rotatorios nos obligan a estar despiertos cuando el cuerpo pide dormir, y viceversa, este reloj se desajusta.
Es como intentar que un reloj suizo funcione bien si le cambias la hora a capricho cada pocos días. Las consecuencias de esta constante variación horaria son bien conocidas: dificultad para dormir, fatiga persistente, estrés, problemas de concentración e incluso alteraciones emocionales. ¡Un verdadero reto para quienes viven esta realidad!
Estrategias para domar la rotación y dormir como un bebé
La buena noticia es que existen estrategias psicológicas y de hábitos diseñadas precisamente para quienes enfrentan la complejidad de los turnos rotatorios. Toma nota:
1. Mima tu Sueño
El "ancla" del despertar: Intenta levantarte más o menos a la misma hora, incluso los días libres. Sí, sabemos que es difícil cuando tus horarios de acostarte varían tanto, pero es VITAL para darle una referencia a tu cuerpo.
Juega con la luz (tu aliada en la rotación): Si te toca turno de noche, usa luz brillante al empezar y más tenue al acabar. Al salir del trabajo por la mañana (después de una noche en vela), ¡gafas de sol sí o sí! Una herramienta poderosa para indicarle a tu cuerpo cuándo debe estar alerta y cuándo relajarse, independientemente de lo que diga el reloj de la pared.
Siestas estratégicas (el comodín del turno rotatorio): Una siesta corta (20-30 min) o una más larga (90 min) pueden ser un salvavidas, especialmente cuando te preparas para un turno de noche después de haber estado en otro horario, o para recuperar un poco entre jornadas.
2. Cuida tus emociones
Momento relax: Los cambios constantes de horario pueden generar estrés. Técnicas como la respiración profunda o el mindfulness te ayudarán a centrarte y calmar la mente.
Habla y comparte: Es crucial que tu entorno entienda la naturaleza cambiante de tus horarios y cómo te afecta. El apoyo social es un pilar fundamental.
3. Alimentación y hábitos de vigilia
Comer con Cabeza (Pese a la Rotación): Intenta mantener una rutina de comidas equilibradas, incluso cuando tus jornadas bailan. Evita atracones o comidas muy pesadas cerca de la hora (variable) de dormir. Para el turno de noche, si necesitas comer, que sea algo ligero y caliente.
¡A Moverse! (Según Rote tu Horario): El ejercicio es un gran aliado. La clave es adaptar el momento del día a tu horario rotativo para que no interfiera con el descanso, sino que lo favorezca.
Rutina Pre-Cama Sagrada (Tu Constante en la Rotación): Esta rutina se vuelve aún más importante cuando tus horas de sueño no son fijas. Una hora antes de tu "hora de dormir" (sea cual sea), desconecta de pantallas y busca actividades relajantes.
Ejemplos prácticos para cada fase de tu rotación
Sandra Alonso nos da ejemplos prácticos de cómo puede verse una semana ideal dentro de un sistema rotatorio, pensando en las transiciones.
¿Y qué hacer en las transiciones? Aquí está el quid de la cuestión para quienes trabajan con turnos rotatorios: el cambio de un horario a otro. No es solo el turno en sí, sino cómo gestionamos el antes y el después de cada rotación.
Consulta las fichas con una propuesta de horarios para cada turno
En resumen: dominando la rotación
Enfrentar los turnos de trabajo rotatorios es, sin duda, un desafío mayúsculo para nuestro cuerpo y mente, pero no es una batalla perdida. Se trata de ser proactivo, conocer cómo funciona nuestro cuerpo y aplicar estrategias inteligentes para minimizar el impacto de esta constante variabilidad horaria. ¡Pequeños cambios conscientes pueden marcar una gran diferencia!
¿Tienes algún truco infalible para sobrellevar tus turnos rotatorios? ¡Nos encantaría leerlo en los comentarios!
¡Mucha fuerza y que el descanso te acompañe, sin importar cómo rote tu horario!
Consulta aquí el material de la jornada
Inscríbete aquí a nuestras jornadas de la Escuela de Salud